Si estamos pensando en cultivar algo, ya sea una simple planta del hogar, cómo mantener una pequeña o gran huerta en el jardín, tenemos que pensar que es muy posible que en algún momento del tiempo tengamos que enfrentarnos a plagas, y que tarde o temprano habrá que fumigar. La plagas, cómo pueden ser las cucarachas, termitas, hormigas… no son más que insectos que ven en nuestras plantas una forma de alimentarse. Y este comportamiento acabará con las hojas o con las raíces, perjudicando la vida de la planta, produciendo la muerte en muchas ocasiones.
Muchas placas también transmiten enfermedades que pueden ser letales para la planta.
Si tenemos estos problemas, y los métodos de prevención no han funcionado, no nos quedará otra que empezar a fumigar.
Tanto cómo si vas a fumigar casa, cómo si quieres fumigar en un jardín, esta información te interesa.
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Principales técnicas para fumigar y acabar con las plagas
El concepto de fumigar hace referencia a un conjunto de técnicas que entran dentro de un plan de saneamiento global y de higiene ambiental. Dependiendo del tipo de plaga que se desee combatir, además de la ubicación de la misma, nos decantaremos por una técnica o por otra. Por ejemplo, no utilizaremos el mismo producto para acabar con una plaga de cucarachas en casa, que si tenemos que acabar con las cochinillas que están devorando las plantas de nuestro jardín.
La primera opción suele ser la de comprar productos comerciales para intentar acabar con las plagas de esta manera. Sin embargo, en el caso de que los insectos no dejen de prolifera, lo mejor que podemos hacer es pedir ayuda profesional. Ten en cuenta que si no se actúa contra la plaga cuanto antes, el problema se puede agravar mucho más de lo que te piensas.
Técnica de aspiración
La técnica de aspiración se emplea para eliminar insectos rastreros, siendo normalmente la primera opción por la que nos decantaremos. Este método tan sólo tiene sentido en el caso de que los insectos se vean fácilmente.
Se utiliza una aspiradora especialmente diseñada para la aspiración de insectos; además, en el interior del dispositivo hay un insecticida que acabará con ellos.
El problema de usar esta máquina de fumigación es que no ofrece ninguna garantía de que se haya acabado con la plaga, ya que no se sabe si se ha conseguido aspirar a todos los insectos.
Técnica de nebulización
Esta técnica está recomendada tanto para su aplicación en exteriores, cómo en interiores. Sin embargo, no se puede utilizar en entidades relacionadas con el mundo de la alimentación, ya que podría llegar a contaminar la comida.
La técnica de nebulización se puede aplicar utilizado una mochila de fumigar y normalmente se hace sobre una planta. El proceso consiste en aplicar un determinado insecticida controlando el tamaño de cada gota.
Un exceso de insecticida puede terminar matando a la planta.
Técnica de Termonebulización
Similar a la técnica anterior, con la particularidad de que se utiliza un agente químico en forma de neblina. La diferencia con la nebulización es el tamaño de la gota; en este caso tienen una longitud inferior a 10 micrones, lo que dará lugar a que se forme esa característica niebla.
Se suele utilizar para aquellos lugares a los que resulta muy complicado de acceder, para trabajar en espacios altos, etc.
Técnica de cebos
Se utiliza un cebo que tendrá un producto insecticida o ratoncida. El objetivo es atraer a la plaga para que entre en contacto con el cebo consumiéndolo. Puede que acabe con el sujeto inmediatamente, o puede que tarde un poco en actuar. La idea de este último recurso es que llegue al nido y acabe matando a toda la plaga.
Técnica de pincelación
No es una técnica de fumigar que se utilice mucho… si no que es más bien un recurso para ciertas zonas específicas. Se utiliza una laca insecticida que se extiende con una brocha para acabar con los insectos que pasen por una zona determinada.
Eso si, antes habrá que estudiar cuál es la zona de paso de los insectos ya que, de otra manera, no servirá para nada.
Técnica de trampas adhesivas
Es un método fácil de aplicar, pero no tiene ningún tipo de insecticida, por lo que no asegura que la plaga sea eliminada por completo. No son más que una trampa que tiene una superficie pegajosa en la que se quedarán adheridos los insectos. Es una opción válida para acabar con plagas de cucarachas, hormigas, moscas, chinches.
La gran ventaja de este método es que, al no tener insecticidas, no entrañan ningún riesgo para la salud.
Técnicas de repelentes electrónicos
Se considera lo único de lo último para fumigar casa, aunque realmente no fumigamos, si no que ahuyentamos a insectos y rodeadores. Emiten ultrasonidos que los ahuyentarán. Por supuesto, esto no acaba con las plagas.
Fumigaciones llevadas a cabo por empresas profesionales
Si el problema es más grave de lo que parecía, o si bien no nos queremos arriesgar, siempre podemos llamar a una empresa especializada para que se encargue de fumigar. Normalmente ofrecen estos servicios.
- Desinfección: Una de las mejores maneras de acabar y prevenir las plagas es con la limpieza. Lo cierto es que en la mayoría de los casos no hace falta fumigar, si no que tan sólo habrá que seguir unas sencillas pautas para acabar con la plaga. Las empresas de desinfección eliminan bacterias, hongos, virus y cualquier microorganismo de cualquier rincón.
- Desinsectación / desratización: Este tipo de servicio se puede llevar a cabo para acabar con una plaga que ya existe, o bien cómo una medida preventiva para evitar problemas de cara al futuro.
Las empresas de fumigaciones especializadas harán un estudio detallado de la situación para ofrecer un diagnóstico adecuado. Hablarán con el cliente para pactar que método de fumigación se va a seguir y cómo se va a llevar a cabo. Además, emitirán un certificado de control de plagas para acreditar el tratamiento ante las autoridades sanitarias correspondientes.
Estos son los métodos de fumigación más habituales.
Muy buena guía de los métodos de fumigación. Para alguien que no conozca nada de esto este tema esta genial. Un saludo